martes, 10 de julio de 2012

Capitulo 5. Él.

[Narra Cristina]

Porqué mentir, la noche fue muy entretenida. Buscamos y buscamos a Zayn y a Niall, algunos nos perdimos por el pueblo, pero nos divertimos. Después de eso nos fuimos a dormir. Eran las cuatro y media de la mañana. Solo hacía que dar vueltas por la cama, sin poder pegar ojo. Pensaba en lo ocurrido. Harry y yo, a punto de besarnos. ¿No era lo que quería? Estaba confundida. Era un chico... único. No me esperaba menos de él antes de conocerlo. Era dulce, agradable, simpático, cuidadoso... todo lo que una chica podia desear. Después de un buen rato, decidí coger mis auriculares y mi iPod y poner música, y al fin, conseguí dormirme. 
La mañana siguiente me desperté que eran las diez. No tenía sueño, no podía dormir más. Cuando me levanté vi que todos ya estaban despiertos, y que como el día anterior, desayunaban los chicos en nuestra casa. Saludé a todos con un “buenos días” desde la barandilla del piso de arriba, y entré al baño. Después me vestí y bajé. Lo primero que hice fue mirar a Harry, y éste hizo lo mismo. Cuando nuestras miradas coincidieron, los dos la apartamos rápidamente. Noté como nos miraban todos, pero me dio igual. 

- ¿Y este desayuno? ¡Hay más cosas que ayer! – dije, observando cada plato que había encima de la mesa, intentando disimular. 

- Es que nosotros hemos traído un par de cosas... – dijo Liam. – Prueba esto, lo hemos hecho Harry y yo esta mañana. – Cogí la galleta de la mano de Liam y le pegué un bocado. Estaba realmente deliciosa. 

- ¿Esta mañana? ¿A que hora os habéis levantado? – pregunté.

- Pues... No hemos dormido prácticamente... – dijo Harry. – Y pensamos en cocinar algo... Es un buen pasatiempo. – se le esbozó una sonrisa en la cara, esa perfecta sonrisa que tenía. 

Desayunamos sin problemas mientras decidíamos que hacer ese día. Todos teníamos muchas ganas de ir a la playa, así que fue una elección fácil. Cada uno fue hacia su habitación a preparar las cosas para ese gran día que nos esperaba. Cuantas veces habíamos soñado nosotras con esto... Liam, Harry, Niall, Louis y Zayn, en una playa, solo para nosotras cinco. Moría solo de pensarlo. 

[Narra Neus] 

Me preparé la bolsa y bajé. Para mi sorpresa, era la primera en llegar. Aproveché y cogí algunas cosas de la nevera, así Niall tendría con que entretenerse mientras estaba fuera del agua. Sonreí al pensar esto. Cuando terminé, me fui hacia el jardín, donde estaban Zayn, Liam y Louis esperando. 

- ¿Dónde están las demás? – Preguntó Zayn. 

- Cambiándose. Son unas lentas, no como yo. – dije, con una sonrisa traviesa en la cara. - ¿Y Harry y Niall?

Los tres se encogieron de hombros. Segundos después, aparecían María, Irene y Cristina. Explicaron que Aída no se había traído el bañador y se había vuelto loca buscándolo. Al final, como Cristina tenía dos, le prestó uno, problema solucionado. Cuando por fin bajaron Harry, Niall y Aída nos dispusimos a ir hacia la playa. Después de habernos perdido la noche anterior, nos sabíamos el camino de memoria. Nada más llegar, ellos se quitaron las camisetas mientras nosotras, sin darnos cuenta de que ya estaban dentro del agua, nos tumbábamos a tomar el sol. 

- ¿¡Pero habéis visto eso!? – dijo Irene, cuando vio que estaban en el agua, y no podían oírla. – Madre mía. Yo no se si aguantaré todo el día eh... 

- ¿¡QUE SI LO HEMOS VISTO!? – contestamos María y yo a la vez. Reímos las cinco a la vez.

- Chicas, tranquilizaos, que viene el rubito hacia aquí. – intervino Aída. 

- Hola chicas. – dijo Niall, cogiendo su toalla y colocándose al lado de María. Nosotras sabíamos perfectamente que eso le iba a gustar, ya que Niall era su punto débil. 

- ¿Ya te has cansado? – dije. ´

- No es que me haya cansado, es que... No tenía ganas. 

- Ya, ya, ya, seguro. – dijo María, guiñándole un ojo. Niall se giró hacia ella y rápidamente la cogió y se la llevó hacia el agua. 

- ¿Qué decías? – comentó él, de camino al agua. 

- Nada, nada, nada, nada, Niall ¡bájame! – dijo, entre risas. Todas observábamos la escena, divertidas. - ¡Niall!

- ¿Si no que me harás? – dijo, tentador, deteniéndose donde el agua le llegaba a la cintura y mirándole fijamente con esos ojos azules. 

- Yo... eh... – María parecía hipnotizada. De repente, oímos un grito. Niall le había dejado caer al agua y se iba nadando hacia los otros chicos, que estaban más lejos de la orilla. Nosotras empezamos a reír descontroladamente.

- ¡NIALL HORAN, TE VAS A ENTERAAAAAAAAAAR! – dijo María, cuando consiguió salir a la superficie. 

Después de un rato de persecución, María se dio por vencida, y volvió a la orilla. Niall se quedó con Louis, Zayn y Liam dentro del agua, ya que Harry hacia rato que había salido. 

- Irene, acompáñame a caminar un poco por la playa, por favor. – le guiñé un ojo, accedió y seguidamente se levantó y empezamos a recorrer la orilla.

- Vale, me supongo que tendrás un plan o algo por el estilo. – comentó Irene, refiriéndose a Harry y Cristina. – Te conozco. – Si, eso era verdad. De las cinco, las que nos conocíamos desde hacia más tiempo éramos nosotras dos. 

- No, no tengo ningún plan. Pero tienen que acabar juntos. 

- En eso te doy la razón. Algo se nos ocurrirá. ¿Volvemos? – me dijo con una sonrisa.

Dimos la vuelta y volvimos por donde habíamos venido. Aída, Harry, María y Cristina empezaron a poner la comida, al poco rato Niall salió del agua seguido de Louis. Al terminar de prepararlo todo, llamamos a Liam y a Zayn, que aún estaban ahí dentro. Me senté de cara al mar, observando como salían del agua. Eran tan perfectos... Todo era tan perfecto en esos dias. Sin preocupaciones, sin padres, sin hermanos pesados, solo ellos y nosotras. Comimos rápido, y después me fui a refrescarme un rato con Cristina, Liam y Niall. La tarde pasó muy rápido, jugamos a cartas, a palas, dentro del agua... Nos lo pasamos bien y disfrutamos como críos. Al caer la noche volvimos a casa, ninguno de nosotros tenía hambre salvo Niall, así que nos sentamos en el jardín a hablar un rato, ya que hacía una noche preciosa. Antes de irnos a dormir, me llamó Liam.

- Dime Liam – le dije con una sonrisa. Estaba nerviosa, estábamos él y yo a solas. Los demás ya habían entrado a casa.

- Oye... He pensado que si querías podríamos ir al paseo marítimo mañana por la noche a una heladería que hay ahí... 

- Claro, me encantaría. – mi interior estaba dando saltos de alegría. 

Me despedí de él quedando para ir a las 21:30 el día siguiente a tomar un helado. Entré a casa, subí al segundo piso, y ahí me puse a dar saltos de felicidad. Mis amigas salieron a ver lo que pasaba, ya que estaban todas en la habitación de Aída. Yo solo les contesté una palabra: “Él”. Y con una sonrisa, me fui a mi cuarto, dejándolas con las ganas. 


Neus.

1 comentario:

  1. solo queria decirte que acabo de encontrar la pag y me esta encantando tu novela siguela porfis!!!! me encanta

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